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Lunes 28 de septiembre de 2020. Santo Domingo, R. D.- La conmemoración del Día Internacional para la Prevención de Embarazos en Adolescentes, donde cada 26 de septiembre se hace un llamado regional a la acción, encuentra a la República Dominicana con una realidad que evidencia una prioridad impostergable, pues se constata que al margen de la edad, por cada madre adolescente que declaró la intencionalidad del embarazo, hay tres que no lo buscaron, según el análisis “Unión temprana y embarazo adolescente en la República Dominicana: dos desafíos que persisten”, presentado hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con la participación de la Vicepresidencia de la República, el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de la Mujer (MMUJER), el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) y el Ministerio de la Juventud (MJ). 

El análisis, basado en la data del módulo de salud sexual y reproductiva de las adolescentes, de la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-2018), establece que independientemente de lugar de residencia, estrato económico, nivel educativo y religión, la maternidad adolescente, en la gran mayoría de los casos, es resultado de un embarazo no intencional. 

Entre las causas de estos embarazos no planificados se señala la necesidad insatisfecha de planificación familiar, factor que afecta a una de cada 10 adolescentes y a una de cada tres entre las de menor educación. Igualmente, incide la carencia de educación integral de la sexualidad y la falta de uso eficaz y sistemático de los métodos anticonceptivos. 

El módulo, elaborado por la ONE, con la colaboración del UNFPA, el MEPyD y el Ministerio de Hacienda (MH), a través de la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), implicó encuestar a 4,946 adolescentes, recabando informaciones socioeconómicas y demográficas, sobre maternidad, nupcialidad, actividad sexual, conocimiento y uso de anticoncepción, entre otros temas.  

En general, la pobreza continúa como un factor determinante para las uniones tempranas y la maternidad adolescente. Entre las mujeres de 15 a 19 años que residen en hogares con los ingresos más bajos, el 48% ha formado unión, el 29.5% ha sido madre y el 27.5% ha formado unión y ha sido madre. Una mejor posición socioeconómica del hogar disminuye la probabilidad de ambas situaciones.

Asimismo, la encuesta evidencia que el nivel de instrucción es clave para la ocurrencia o no de las uniones y los embarazos no planificados. El 70% de quienes no han superado los 8 años de escolaridad ha tenido un hijo. Entre el 40% y el 50% corresponde a madres que están unidas, lo que indica una clara precipitación a la asunción de roles adultos.

La vicepresidenta Raquel Peña, quien además es la coordinadora del Gabinete de Salud, afirmó que para el Presidente Luis Abinader es una prioridad trabajar en estos desafíos. “Consideramos que es inaceptable y nos genera un dolor genuino que nuestro país ocupe el primer lugar en embarazos adolescentes de América Latina y uno de los más altos del mundo; además de la violencia de género que representan las uniones tempranas. Estamos aquí como muestra del compromiso que tenemos para con las jóvenes dominicanas, con la convicción de trabajo en protección y beneficio de las más vulnerables”, agregó.

“Tenemos una responsabilidad enorme con la juventud dominicana, no podemos seguir permitiendo que nuestras niñas sean forzadas a convertirse en mujeres cuyas oportunidades son truncadas a causa de un embarazo. Este análisis que hoy presentamos debe servir de llamado de alerta para que desde cada uno de los espacios en los que nos desarrollamos, tanto dentro del sector público como del privado, hagamos hasta lo imposible para conseguir revertir estos números y proteger a las nuevas generaciones”, manifestó la vicemandataria. 

El ministro de Salud Pública, doctor Plutarco Arias, informó que en lo inmediato, desde el Ministerio de Salud junto al Servicio Nacional de Salud y las demás instituciones que conforman el Sistema Nacional de Salud, se plantearon un conjunto de acciones para acelerar la reducción del embarazo en adolescentes, enfocadas en tres ejes priorizados. 

“Número uno: el acceso asegurado a insumos anticonceptivos; dos: la oferta de consejería en salud sexual y reproductiva; y tres: la garantía de servicios amigables y de calidad para adolescentes”, puntualizó.

De su lado, la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, calificó como un reto enorme sacar al país de los primeros lugares en la región en embarazo en adolescentes. El hecho de que una cuarta parte de los nacidos en el 2019 fueran de mujeres menores de 19 años, nos habla de madres adolescentes en alto riesgo de mortalidad materna, desigualdad social, exclusión, pobreza, depresión, falta de acceso a educación de calidad y violencia.

“Frente a este panorama, el presidente de la República, Luis Abinader Corona, ha colocado como una de las prioridades de gobierno, hacer frente al embarazo en adolescentes y al matrimonio infantil. Porque en una sociedad medianamente civilizada, el único lugar para los y las adolescentes y jóvenes es la escuela, la universidad y un hogar libre de violencia”, manifestó.

El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara-Hatton, afirmó que no se puede hablar de calidad de vida ni desarrollo ante los indicadores del embarazo no planificado en adolescentes y las uniones tempranas. 

“Esta problemática revela el fracaso del crecimiento económico frente a este y otros indicadores sociales. Además, el fracaso en la medición de los datos estadísticos, y la carencia de evaluaciones. Además se necesita la inclusión de la equidad de género en los planes, programas y proyectos gubernamentales”, señaló.

La directora de la ONE, Miosotis Rivas Peña, explicó que los datos del fascículo son claves para entender lo que se ha venido haciendo y lo que como sociedad queda por enfrentar para trabajar en el cuidado de la salud sexual y reproductiva de nuestras niñas adolescentes. 

“Tenemos la información, y la información es poder. El poder de decidir de forma efectiva el rumbo de la Educación y Salud Sexual y Reproductiva de nuestras adolescentes, está en nuestras manos", sostuvo.

Finalmente, la representante nacional del UNFPA, Sonia Vásquez, destacó que la inclusión del módulo de salud sexual y reproductiva de las adolescentes en la ENHOGAR-2018 presenta la posibilidad de llenar algunos de los vacíos dejados por la suspensión de las Encuestas Demográficas y de Salud (ENDESA), particularmente en lo concerniente a determinantes sociales, económicos y estructurales de la maternidad adolescente. 

“Estos datos permiten orientar, diseñar y evaluar políticas públicas para hacer frente a esta problemática. Desde el UNFPA hemos motivado y asistido en la inclusión de este módulo en la ENHOGAR, presentando inicialmente la propuesta al MEPYD, acompañando la solicitud de fondos en DIGEPRES, brindando asistencia técnica a la ONE, y realizando el análisis y las estimaciones de modelos multivariados para entender mejor las conductas reproductivas durante la adolescencia. Seguiremos apoyando y brindando asistencia a las instituciones oficiales para dar continuidad a este módulo en futuras aplicaciones de la ENHOGAR”, apuntó.