UNFPA en la República Dominicana
UNFPA República Dominicana
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) es la agencia de las Naciones Unidas que contribuye a un mundo donde:
- Cada embarazo sea deseado
- Cada parto sea seguro
- Cada persona joven alcance su pleno desarrollo
El UNFPA inició sus operaciones en la República Dominicana en 1974. El Programa de Asistencia al País 2023 - 2027 hace énfasis en las zonas económica y socialmente más deprimidas, contribuyendo a un desarrollo humano sustentable, con perspectiva de equidad de género y de derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos.
La agencia prioriza el apoyo a programas de Salud Sexual y Reproductiva (SSR) que ejecuta el Ministerio de Salud Pública, en un esfuerzo nacional por reducir la mortalidad materna, el embarazo en adolescentes e incidencia de infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA.
Además, el UNFPA colabora con el Estado y otras instituciones no gubernamentales en proyectos, programas y temas como: equidad e igualdad de género, prevención de la violencia intrafamiliar, paternidad responsable, maternidad segura, fortalecimiento del Sistema Estadístico Nacional, recopilación y análisis de datos sociodemográficos, capacitación y educación.
El trabajo del UNFPA se orienta a lograr tres resultados transformadores y enfocados en las personas de aquí a 2030. Estos son:
- Cero necesidades insatisfecha de planificación familiar
- Cero muertes maternas y neonatales evitables
- Cero violencia de género y prácticas nocivas contra mujeres y niñas
Desde que el UNFPA inició sus actividades en 1969, el número y la tasa de mujeres que mueren por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto se han reducido a la mitad. Las familias son más pequeñas y más sanas. Las y los jóvenes están más empoderados y cuentan con mayores oportunidades.
Pero todavía queda mucho por hacer. Cerca de mil millones de personas continúan viviendo en condiciones de pobreza extrema. Los problemas relacionados con la salud reproductiva están entre las causas principales de muerte y discapacidad de las mujeres en países en desarrollo. Las y los jóvenes enfrentan el mayor riesgo de contraer el VIH así como de embarazos no planificados. Más de cien millones de mujeres jóvenes enfrentan la posibilidad de un matrimonio a edad temprana y de ser víctimas de la discriminación y la violencia.
UNFPA en América Latina y el Caribe
Contribuyendo a un mundo donde cada embarazo sea deseado
Desde hace décadas, múltiples acuerdos internacionales han afirmado el derecho de las personas de decidir libremente si quieren, o no, formar una familia, al igual que definir el número de hijos que quieren tener, y han propiciado los medios necesarios para lograr estos objetivos, tales como el acceso a servicios y suministros de calidad que les permitan ejercer este derecho.
El mayor acceso a métodos anticonceptivos seguros, asequibles y eficaces ha permitido más opciones y posibilidades de tomar decisiones responsables en temas de reproducción. El uso de métodos anticonceptivos también ha contribuido a mejorar la salud materna e infantil, previniendo embarazos no deseados o muy poco espaciados. La tasa de prevalencia de métodos anticonceptivos de cualquier tipo es de 74% para América Latina y de 61% para el Caribe, en la República Dominicana, el uso de anticonceptivos modernos es de 67%. Se estima que la necesidad insatisfecha de planificación familiar promedia en un 10%.
La mortalidad materna se redujo un 40% en América Latina entre 1990 y 2013, y un 36% en el Caribe. Sin embargo, alrededor de 9.300 mujeres murieron por causas maternas en 2013. La razón de mortalidad materna en la región fue de 85 muertes por cada 100,000 nacidos vivos, lo que se considera "baja" entre las regiones en desarrollo. Igualmente, para 2018, en la República Dominicana esta tasa se situaba en 107.1 muertes maternas por cada 100,000 nacidos vivos. Al cumplir con la necesidad insatisfecha de planificación familiar voluntaria, sería posible reducir el número de muertes maternas en casi un tercio. Esto tendría un gran beneficio en la región, dado que al incrementar las opciones anticonceptivas como parte de los cuidados básicos en salud, se disminuye el número de embarazos no planificados.
UNFPA impulsa acciones para asegurar los derechos y la salud sexual y reproductiva de la población:
- Fortaleciendo las competencias de los y las proveedores/as de la salud para ofrecer servicios de salud de calidad en salud sexual y reproductiva, incluyendo los de planificación familiar, con énfasis para las y los jóvenes
- Facilitando la compra de anticonceptivos y su suministro en situaciones de emergencia
Cada parto sea sin riesgos
El riesgo de una mujer de morir en algún momento de su vida por una causa materna en América Latina es de 1 en 570 y en el Caribe, 1 de cada 220. Sabemos cómo salvar a casi todas las mujeres que mueren dando vida. El primer paso es garantizar que puedan planear sus embarazos y espaciar sus partos. También es crucial la atención calificada en el alumbramiento, a través del acceso a cuidados obstétricos de emergencia y del uso de suministros esenciales. En América Latina y el Caribe el 93.7% de los partos son atendidos institucionalmente, y se calcula que el 95% de las embarazadas recibieron asistencia prenatal.
La mortalidad materna en América Latina y el Caribe, es la primera causa de muerte entre mujeres adolescentes entre 15 y 19 años, y el riesgo de morir durante el primer año de vida, es también mayor cuando la madre es adolescente. En la región se observa un considerable número de abortos inseguros. Quizás, el mayor desafío para reducir la muerte y discapacidad materna sea encontrar la manera de llegar a todas las mujeres, principalmente a aquellas en situación de pobreza, en las áreas más remotas, o en contextos de desastres naturales o causados por el hombre. Para lograr estos propósitos se requiere reforzar los sistemas de salud.
UNFPA trabaja en mejorar la salud materna:
- Formando parteras profesionales
- Fortaleciendo competencias en los y las proveedores/as de salud en atención obstétrica de emergencia
- Facilitando insumos para partos asépticos en situaciones de emergencia
- Reforzando la atención obstétrica de emergencia
- Apoyando el espaciamiento de los nacimientos
Y cada persona joven alcance su pleno desarrollo
Las personas menores de 25 años constituyen el 43 por ciento de la población mundial. En América Latina y el Caribe se estima una población de 140 millones de personas jóvenes, entre 15 y 29 años. Varios países están pasando por un período de afluencia de adolescentes y jóvenes, llamado período del “bono demográfico”; situación que hace un llamado a los tomadores y tomadoras de decisiones y planificadores/as, a pensar en intervenciones que puedan potenciar las capacidades de la gente joven con programas de mejora en el acceso a empleo decente, educación y servicios de salud, particularmente de salud sexual y reproductiva.
UNFPA América Latina y el Caribe lucha por los derechos de las y los jóvenes, incluyendo el derecho a acceder a información confiable y a servicios relacionados con la sexualidad y a la salud reproductiva. Empoderados/as con conocimientos y capacidades para protegerse a sí mismos/as y a tomar decisiones informadas, las y los jóvenes pueden desarrollar todo su potencial y contribuir con procesos de transformación económica y social.
La organización tiene como meta impulsar, mediante la incidencia técnica y política, la inversión en las oportunidades que permitan a adolescentes y jóvenes desarrollar los conocimientos, competencias y resiliencia necesarias para una vida saludable, productiva y plena.
Invertir en las personas jóvenes, especialmente en adolescentes, es una de las acciones más inteligentes que un país puede realizar. Como líderes y lideresas de la próxima generación, las y los jóvenes pueden ayudar a romper el ciclo de pobreza, fortaleciendo el tejido social y creando un futuro sostenible.
UNFPA aboga por el bienestar de la juventud:
- Promoviendo los derechos humanos de las y los adolescentes
- Promoviendo la atención en salud integral de las personas adolescentes, con énfasis en salud sexual y reproductiva, incluyendo prevención de embarazos y de infecciones de transmisión sexual y VIH
- Impulsando acciones para mejorar el acceso a anticonceptivos
- Involucrando a la juventud en las políticas públicas y las decisiones que les afectan
- Fortaleciendo las políticas de educación integral en sexualidad de acuerdo a la edad
- Creando espacios seguros para las niñas adolescentes
- Propiciando la cero tolerancia a la violencia contra la niñas y mujeres
- Promoviendo el liderazgo juvenil
¿Cómo trabajamos?
El UNFPA trabaja para mejorar las vidas de las personas en más de 150 países del mundo, en los cuales se concentra el 80 por ciento de la población mundial. En América Latina y el Caribe contamos con oficinas en 30 países.
UNFPA actúa como un catalizador para el progreso trabajando con los gobiernos y en estrecha colaboración con otras agencias de las Naciones Unidas, con la sociedad civil, academia, organizaciones basadas en la fe y el sector privado. Hacemos una diferencia real en las vidas de millones de personas, especialmente en aquellas en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Nuestra Oficina Regional en la ciudad de Panamá, Panamá y Subregional en Kingston, Jamaica, le brindan el apoyo estratégico y asesoría técnica a las Oficinas de País; ofrecemos cooperación técnica, capacitación y apoyo para empoderar a nuestros socios y colegas en el terreno para asegurar que la salud y los derechos reproductivos de las mujeres y de las personas jóvenes estén ubicados en el centro mismo del desarrollo.
Para este fin apoyamos la generación y utilización de datos de población para mejorar la toma de decisiones en la planificación pública. Brindamos asistencia técnica para ampliar las oportunidades de acción de los países, también asesoramos sobre políticas y fortalecemos las capacidades nacionales.
El UNFPA está enfocado en resolver hoy los desafíos del mañana. Ayudamos a los países a utilizar los datos sobre su población para evaluar y anticipar sus necesidades, así como para monitorear los avances y las brechas en el cumplimiento de nuestras promesas.