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El derecho a la salud aparece no solo entre los primeros derechos fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino también en las constituciones o carta magna de los países. La salud es una de las grandes aspiraciones de la humanidad, consignada además en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de cara al año 2030.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que “el goce del grado máximo de salud que se pueda alcanzar es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano”. Lograrlo “exige un conjunto de criterios sociales, entre ellos la disponibilidad de servicios de salud, condiciones de trabajo seguras, vivienda adecuada y alimentos nutritivos”. Por esto, la buena salud requiere de personas, servicios, productos, financiación, políticas e información oportuna; y todo debe funcionar al unísono, incluso en momentos de crisis. 

Ante la pandemia del coronavirus (COVID-19), los Estados y sus sistemas de salud enfrentan un gran desafío. Las proyecciones oficiales apuntan a una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes en la historia moderna.

La pandemia se encuentra con las dificultades preexistentes de las naciones en materia de salud en  una carrera contra el reloj por responder a la crisis y al mismo tiempo mantener en pie los servicios de salud habituales. En tal sentido, es vital asegurar que todas las personas, especialmente las más vulnerables, puedan seguir acudiendo a las consultas, y seguir recibiendo medicamentos e insumos. Es primordial no dejar caer los avances que exhibe República Dominicana: la reducción de la mortalidad materna e infantil, el compromiso del Estado con la salud, a través de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) al 2030, entre otros. No dejar a nadie atrás, priorizando a las niñas, niños, embarazadas, lactantes y adultos mayores, es un imperativo con más fuerza en este tiempo.

La situación a raíz del coronavirus llama a los sistemas de salud a organizarse y promover una adecuada estrategia de comunicación, lograr una respuesta simultánea a la COVID-19, manteniendo los servicios esenciales de salud. Se debe prestar atención a la población de adultos mayores, a quienes la emergencia sanitaria les limita aún más su interacción, por su alta vulnerabilidad. Debe ser priorizada la protección de los trabajadores de la salud: médicos, enfermeras y laboratoristas, proveyéndoles equipos de protección personal si están tratando a pacientes con o sin sospecha o confirmación de la COVID-19.

En fin, este contexto de emergencia sanitaria es una oportunidad para los Estados y sistemas de salud de brindar respuesta eficiente y eficaz, junto al cumplimiento de la ciudadanía de las medidas de contención dispuestas por el gobierno, la solidaridad y los lazos de cooperación público y privado, así como de los programas de responsabilidad social privados, permitirán aunar esfuerzos para librar la batalla ante el coronavirus. En ese sentido, valoramos desde la alianza empresarial Sanar una Nación su paso al frente, con un primer aporte de RD$175 millones en medicamentos y alimento fortificado con lo cual se beneficiarán más de 100,000 pacientes de la población más vulnerable ante la COVID-19.

En este escenario nos encuentra este año el Día Mundial de la Salud, que se conmemora cada 7 de abril, desde 1950. En este 2020 la OMS centra su campaña bajo el lema: "Apoyo al personal de enfermería y de partería", en celebración a su labor. 

Este día es un llamado a todos los gobiernos y ciudadanos a visibilizar el trabajo de las enfermeras y parteras en asegurar la salud y el bienestar de las mujeres y sus bebés en todo el mundo. Destacar que las enfermeras junto a otros héroes de la salud están al frente de la respuesta de COVID-19, brindando atención de calidad y respuestas a las comunidades. 

¡Nuestro reconocimiento a las enfermeras y todo el personal de salud!

Acerca de Sanar una Nación
Sanar una Nación es la alianza de responsabilidad social empresarial más importante en materia de salud en la República Dominicana, constituida como un fideicomiso filantrópico, administrado por Fiduciaria Universal, registrado con el Registro Nacional de Contribuyente (RNC) No. 131-33713-9, este tiene la misión de contribuir a mejorar la salud de las personas que viven en situación de mayor vulnerabilidad en la República Dominicana, especialmente niños, embarazadas, lactantes y adultos mayores, mediante la entrega de medicamentos, alimento fortificado e insumos médicos, que son distribuidos a través de una red de más de 100 aliados a nivel nacional.

La alianza está integrada por Grupo Rica, Grupo Popular, Grupo Ramos y Grupo Universal, empresas dominicanas de gran reconocimiento y amplia trayectoria en el país, unidas a la organización internacional sin fines de lucro CitiHope Relief & Development, y con el apoyo de Pagés BBDO.