En promedio casi 8.000 mujeres y otras personas con capacidad de gestar murieron anualmente durante la gestación, el parto y hasta los 42 días del posparto entre 2015 y 2020 en América Latina y el Caribe. La pandemia por COVID-19 agravó el cuadro de mortalidad materna y supuso un importante retroceso en los avances hacia erradicar las muertes evitables. En 2020, el número de muertes maternas en la región se disparó a más de 8.000 -un aumento del 9% con respecto a las 7.742 muertes maternas registradas en 2019 antes de que comenzara la pandemia-, mientras que la razón de mortalidad materna aumentó de 77 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2019 a una estimación de 88 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2020.2 Más aún, las estimaciones preliminares del año 2021 mostrarían una razón de mortalidad materna de 113 muertes por 100.000 nacidos vivos, un marcado exceso con respecto a los años previos a la pandemia.