Mensaje del Director Ejecutivo del UNFPA, Dr. Babatunde Osotimehin, en el Día Mundial Humanitario.-
En este Día Mundial Humanitario llamamos a la solidaridad global y de pie junto a todos y todas los afectados por la crisis. Nos unimos como una sola humanidad.
Compartimos una responsabilidad común para llegar a más personas, ayudar a los más vulnerables y apoyar a más de 130 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria, uno de cada cuatro de los cuales son mujeres y niñas adolescentes en edad reproductiva.
En respuesta a los retos humanitarios de hoy en día, el UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, proporciona servicios de salvamento, suministros e información para la salud sexual y reproductiva y la prevención y respuesta ante la violencia basada en el género.
El UNFPA está trabajando para convertir los compromisos de la Cumbre Mundial Humanitaria en acciones concretas. Vamos a impulsar la acción para abordar las prioridades de la juventud y garantizar la participación de los jóvenes.
Nuestro enfoque va más allá de satisfacer las necesidades inmediatas para reducir el riesgo, la construcción de la paz, el fortalecimiento de la capacidad de recuperación y el apoyo al desarrollo a largo plazo.
Esto es especialmente importante ya que los países y la comunidad internacional trabajan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para cumplir con estos objetivos hay que llegar a las mujeres, niñas y jóvenes que viven en países afectados por la crisis.
Cuando un terremoto de 7,8 grados de magnitud sacudió Nepal el año pasado, el UNFPA respondió rápidamente. Equipos médicos y de salud reproductiva fueron entregados a más de 200 centros de salud, beneficiando a 150.000 personas, garantizando partos seguros. Se crearon 14 para proporcionar seguridad, servicios y asesoramiento a 100.000 mujeres y niñas adolescentes.
En respuesta a la abrumadora crisis en Siria, el UNFPA está apoyando aproximadamente 200.000 servicios de salud reproductiva cada mes, incluyendo 6.000 entregas, dentro de Siria y en los países vecinos. También se proporcionan servicios para prevenir y mitigar el impacto de la violencia de género.
Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas maneras en las que estamos trabajando con nuestros socios para llegar a las personas en situaciones de crisis. Pero mucho más queda por hacer. En Alepo, Siria, y otras zonas de conflicto, los centros de salud y otras infraestructuras civiles están siendo atacados, dejando a la gente con pocos lugares para acudir en busca de atención médica de emergencia y las mujeres están pagando un precio muy alto.
Imagine tener que ponerse en riesgo de violencia sexual mientras busca alimento y agua para su familia. Imagínese estar embarazada y tratando de dar a luz sola, esperando que no habrá ninguna complicación potencialmente mortal, o afrontar disparos y ataques aéreos para encontrar una clínica u hospital en funcionamiento.
Hoy en día, más de 65 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza, incluyendo más de 21 millones de refugiados, de los cuales 47 por ciento son mujeres y el 51 por ciento son jóvenes menores de 18 años. Cada uno de ellos ha hecho una elección imposible, dejando atrás su casa, pertenencias y seres queridos en busca de un futuro mejor para ellos y sus familias.
Toda mujer merece un parto seguro. Sin embargo, todos los días, más de 500 mujeres y niñas adolescentes mueren por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto, en situaciones humanitarias y frágiles. El acceso a los servicios, la entrega de forma segura, evitando los embarazos no deseados y estar a salvo del VIH son tan cruciales como los alimentos, el agua y el refugio.
Toda persona es titular de los derechos humanos sin discriminación de ningún tipo. Sin embargo, todos los días, las personas afectadas por la crisis enfrentan decisiones imposibles que ponen en peligro su salud, seguridad y dignidad.