Entrega Especial: Día Internacional de la Partera, 5 de mayo
Las parteras profesionales salvan vidas. Las parteras calificadas contribuyen a evitar aproximadamente dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales, según el informe “El Estado de las Parteras en el Mundo”más reciente. También podrían prestar el 87% de los servicios de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal esenciales.
Sin embargo, solo el 42% de las personas con conocimientos de partería trabajan en los 173 países donde se producen más del 90% de las muertes maternas y neonatales y los casos de mortinatos.
En América Latina y el Caribe, así como a nivel mundial, UNFPA trabaja con gobiernos socios estratégicos, y tomadores de decisiones, que inciden en la formulación de políticas públicas para ayudar a crear una fuerza laboral de parteras competentes, capacitadas y dotadas de medios en entornos de bajos recursos.
UNFPA centra sus intervenciones en apoyar el desarrollo y fortalecimiento de la partería profesional en la Región, por un lado invirtiendo en la formación profesional promoviendo la educación basada en competencias clave, promulgadas por la Confederación Internacional de Matronas (ICM) ; el desarrollo de marcos regulatorios sólidos para garantizar servicios de calidad y una apropiada práctica profesional y reforzar las asociaciones de parteras profesionales, defender el aumento de la inversión en servicios de partería y promover el liderazgo y formación de parteras profesionales jóvenes.
Según Javier Domínguez, Oficial de Programas de Salud Sexual y Reproductiva de UNFPA en México, el verdadero reto para nuestra región está en lograr trabajar de manera holística en los cuatro componentes de manera simultánea. “De nada nos sirve formar a las parteras si no hemos alineado políticas públicas que permitan contratarlas con un salario digno, o sin tener la infraestructura necesaria para que puedan trabajar, o incluso sensibilizar a la comunidad para que quiera ser atendida por las parteras.”
Dentro de una visión más integral, Domínguez señala que “es importante que todo el proceso se dé simultáneamente y que se incluyan los programas de educación continua, que son los que le permitirán ser sostenibles en el tiempo”.
La región de América Latina y el Caribe presenta una serie de tanto de retos como de oportunidades para avanzar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, los acuerdos del Consenso de Montevideo y la CIPD. Estos temas continúan estando al frente de la agenda regional.
La mortalidad materna sigue siendo un tema de preocupación a pesar del descenso del razón de mortalidad materna de 137 a 67 por cada 100 mil nacidos vivos, entre 1990 y 2015 (OMS 2015). Sin embargo, la razón de mortalidad materna varían en la región, de cifras como 15 en Uruguay a 359 en Haití.
Ana Labandera, partera obstetra, Jefa de Departamento Obstétrico del Hospital de la Mujer de Montevideo Uruguay, destaca la importancia que ha tenido en la región el fortalecimiento en las competencias desde el pregrado, con formación de equipos docentes, asegurando nuevas generaciones calificadas y con amplias áreas de cobertura en SSR.
“Luego de un esfuerzo apoyado por UNFPA en la implementación de esta iniciativa, ha llegado el momento de trabajar fuertemente desde todos los referentes profesionales tales como asociaciones y colegios de la región, en regular la habilitación de la práctica profesional ampliada que abarque las 7 competencias señaladas por la Confederación Internacional de Parteras, para una práctica mas holística, de acuerdo a las necesidades de la etapa vital de la mujer,” indica Labandera.
América Latina y el Caribe no dejarán a nadie atrás
En América Latina y el Caribe es evidente el interés y la voluntad de todos los sectores involucrados de integrar el tema de partería en sus estrategias de salud sexual y reproductiva, así como de salud materna y neonatal.
UNFPA ha basado su estrategia en incrementar las capacidades para mejorar el recurso humano dedicado a la prestación de servicios de salud, especialmente las parteras profesionales, quienes brindan servicios integrales de salud sexual y reproductiva integrales de calidad, especialmente en escenarios humanitarios.
Las intervenciones estratégicas realizadas incluyen diálogo político con los gobiernos, asociaciones profesionales y otros socios, a fin de promover el diseño de políticas que apoyen el desarrollo de la partería profesional, incluyendo aspectos cruciales para su sostenibilidad como lo es la educación continua que garantice servicios de calidad.
En México, actualmente se están desarrollando dos programas diseñados para incrementar los servicios de salud materna y su calidad.
El programa de “Fortalecimiento integral de la partería” es apoyado por la Fundación Mac Arthur y tiene como propósito fortalecer integralmente, en el ámbito estatal, los servicios de partería, aprovechando las capacidades de las parteras técnicas, profesionales y enfermeras obstetras, y articulando más eficiente y efectivamente su trabajo con el de otros recursos humanos, como el personal médico y el personal comunitario, incluyendo las parteras tradicionales. En este sentido la oficina regional de UNFPA de América Latina y el Caribe colabora con asistencia técnica para el fortalecimiento de la partería profesional en México en colaboración con la ICM y la red de parteras profesionales de la región en las áreas de educación, regulación, y asociación profesional.
Por otra parte, el “Proyecto para el fortalecimiento en los programas de formación de parteras profesionales en estados seleccionados” es una iniciativa apoyada por Johnson & Johnson México. Con este proyecto se busca ampliar y mejorar el número de opciones de formación de partería disponibles; fortalecer los procesos de educación formal para la formación de recursos humanos cualificados de partería; generar condiciones adecuadas para el desarrollo de las oportunidades de práctica clínica requeridas para las y los estudiantes; asegurar que las y los graduados desarrollen las competencias y destrezas requeridas para proporcionar atención de calidad en salud sexual, reproductiva, materna y neonatal (SRMNH); y finalmente, aumentar la disponibilidad de servicios de partería para la provisión de servicios de SRMNH.
Haití, por ejemplo, ha identificado que necesita 2000 parteras para brindarles la atención y el servicio a las mujeres en edad reproductiva. En este momento cuentan con unas 200 parteras que están trabajando en las instituciones de salud. UNFPA está brindándole al sistema de salud el apoyo que requiere para llegar a esa meta, siendo el único donante con el que cuenta el Instituto Nacional de Partería, aparte del gobierno.
En el 2016 se graduaron 76 estudiantes de la Escuela de Partería, un recurso valioso para los centros maternos y las comunidades que buscan mejorar el cuidado y la atención e incrementar el índice de partos institucionales, atendidos por personal calificado.
Vocación y compromiso con la salud de las mujeres, por encima de todo
Resia Pierre Pierre, encargada de la Sala de Maternidad de la comunidad de Petite Cazeau, uno de los centros de atención básica de emergencias obstétricas y de cuidado neonatal señala que “la partería es una profesión muy noble, que en muchas ocasiones es subestimada y hasta ignorada, pero la mayor satisfacción que se lleva una partera es cuando escucha el llanto del bebé y ve la sonrisa de la madre al cargar a su hijo por primera vez”. Resia les recomienda a las nuevas profesionales de partería que hagan su trabajo con amor porque es una de las mayores satisfacciones de la vida.
UNFPA también trabaja muy de cerca con la Asociación de Parteras de Trinidad y Tobago y la Asociación Regional de Parteras del Caribe, brindando asistencia en el fortalecimiento de capacidades en la formación centrada en competencias, en temas de abogacía para la formulación de políticas públicas y la formación de parteras jóvenes líderes.
En Guyana, las comunidades más alejadas son las que más se benefician de tener una partera calificada, como es el caso de la enfermera obstetra Patricia Achee Grimmond, de Lethem Region 9. En esta comunidad, Patricia vela por la salud y el bienestar de uno de los grupos más vulnerables, las mujeres, adolescentes y niños indígenas. “En esta área los recursos son limitados y el terreno es de difícil acceso,” señala Achee Grimmond.
Sin embargo, Patricia inició su carrera como partera hace más de 25 años y ha continuado trabajando para su comunidad a pesar de las condiciones difíciles, asegurándose de que sus pacientes y las mujeres embarazadas reciban el servicio de calidad que se merecen, haciendo el esfuerzo que sea necesario cuando se requiera.
Bolivia, por su parte, cuenta con 200 parteras, mejor conocidas como enfermeras obstetrices. En esta nación suramericana las parteras profesionales son licenciadas en enfermería obstetriz, y son expertas en salud sexual y reproductiva y en atención en salud intercultural.
Su misión principal es brindar una atención de calidad a mujeres indígenas bolivianas, durante el embarazo, el parto y el posparto. Estudiaron en tres universidades públicas que establecieron la carrera de Enfermería Obstetriz.
Ellas no esperan a sus pacientes en el centro de salud, se desplazan a comunidades remotas, aunque ello implique caminar hasta más de cinco horas. En su recorrido por las comunidades, programan además actividades de prevención a través de ferias informativas, charlas de sensibilización y visitas a los colegios para prevenir embarazos en la adolescencia.
Esta iniciativa, promovida por el Colegio de Enfermeras de Bolivia, el Ministerio de Salud, tres universidades públicas y UNFPA, se implementa con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en 38 municipios de la región más pobre de Bolivia, donde estas heroínas de la salud han demostrado que su trabajo marca la diferencia: mortalidad materna cero en varias de sus comunidades.
Una asistencia que salva vidas
En Brasil, UNFPA, en colaboración con el Ministerio de Salud y la Asociación Brasileña de Parteras y Enfermeras Obstétricas (ABENFO), desarrolla el proyecto "Calificación de la Atención Obstétricas y Neonatal en Hospitales con Actividades de Enseñanza", dedicado a calificar los procesos de atención, gestión y formación relacionada con el parto, nacimiento y el aborto seguro en los hospitales con actividades de enseñanza, en base a evidencias científicas, la humanización, la seguridad y la garantía de derechos.
UNFPA también promueve y da visibilidad a la labor de las parteras y profesionales de partería. Actualmente está brindando asistencia técnica en la la publicación sobre los 10 años de la carrera de obstetricia de la Universidad de Sao Paulo, que será lanzada a mediados de este año.
En Belize, UNFPA ha realizado un trabajo integral a través de capacitaciones en calidad de servicios de atención maternal y neonatal, en el que se ha trabajado de la mano con autoridades locales y las comunidades para lograr la reducción de mortalidad materna a cero en el 2011 y 2013. Se han incrementado las capacidades dentro del programa de entrenamiento en obstetricia, neonatología y planificación familiar para doctores y parteras.
Por su parte, Mario Vergara, representante de UNFPA en Ecuador, señala que “Ecuador cuenta con un Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, y uno de sus lineamientos esenciales es el fortalecimiento de la práctica de la obstetricia, vinculándola con la academia y fortaleciendo las carreras de Obstetricia. Su práctica salva a diario muchas vidas.”
En Ecuador, UNFPA, apoyó al Ministerio de Salud Pública, MSP, en el fortalecimiento de las capacidades de las y los promotores de salud, quienes son el primer punto de contacto entre la comunidad y el personal de salud. “El MSP y UNFPA han jugado un papel fundamental porque a través de capacitaciones, hemos aprendido a detectar las principales señales de peligro durante el embarazo y qué se debe hacer”, indica Margarita Mamallacta, partera y promotora de salud de la provincia de Sucumbíos.
Con el mejoramiento de los servicios de partería impulsados en estos proyectos a nivel regional, se contribuye a impulsar el ejercicio de los derechos reproductivos, mediante el acceso universal de mujeres en etapas pre gestacional, embarazo, parto, puerperio y neonatal, a servicios de partería respetuosos y de calidad; y contribuir a reducir la morbimortalidad materna y perinatal, con un enfoque de interculturalidad, priorizando grupos de alta marginación y de riesgo.
Texto: Guadalupe Valdés.
Fotos: José Antonio Guayasamín, Pelu Vidal, Mila Petrillo, Claudia Porras, Desiderio Montero, Nadia Todres.