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En este Día Mundial del Sida, UNFPA reconoce el rol vital de las comunidades en la entrega de servicios de salud sexual y reproductiva que previenen la transmisión del VIH y mejoran el bienestar de las personas que viven con VIH/Sida. Al poner a las comunidades en el centro, podemos alcanzar a aquellos dejados atrás y lograr cero nuevos contagios por VIH, cero muertes relacionadas con el Sida y cero estigmas y discriminación.

 

Aunque hemos avanzado, no podemos subestimar cuán lejos debemos llegar antes de poner fin al VIH y sus efectos devastadores. El año pasado, un estimado de 1.7 millones de personas alrededor del mundo fueron contagiadas con VIH y la epidemia continúa teniendo un impacto desproporcionado en mujeres jóvenes y niñas adolescentes.

 

Entregar un paquete de servicios integrales de salud sexual y reproductiva que incluye prevención de VIH y tratamiento para adolescentes, personas jóvenes y poblaciones clave, mujeres y niñas puede ayudarnos a aumentar de manera proporcional nuestra respuesta colectiva. Así también lo puede hacer el reafirmar el acceso a educación sexual comprensiva, lo cual provee a los adolescentes y jóvenes el conocimiento que ellos necesitan para salvaguardar su salud y construir las bases para el bienestar que se extiende a sus comunidades.

 

Como parte de la Colación Global de Prevención del VIH que trabaja para poner fin al VIH como amenaza pública para el 2030, UNFPA está comprometida a acelerar la respuesta global al VIH. La recientemente celebrada Cumbre de Nairobi sobre la CIPD 25 dejó claro que la prevención del VIH, su tratamiento y el cuidado son integrales para la agenda CIPD, y movilizó a los gobiernos, sociedad civil y otros aliados a incrementar la acción comunitaria. Para  estos esfuerzos, los programas liderados por la comunidad son centrales, así como las políticas que alcanzan a los más vulnerables, marginados y en riesgo.

 

Apoyemos a aquellos que contribuyen con la respuesta al Sida en el nivel local, ayudando a entregar servicios y creando conciencia donde más importa. Su liderazgo y defensoría son necesarios más que nunca para eliminar el estigma relacionado al VIH y levantar las barreras que impiden el tratamiento para aquellos en necesidad.

 

Al aprovechar el poder de la comunidad podemos cerrar las brechas en la prevención y respuesta al VIH, y poner fin a la epidemia del Sida para el 2030. Unidos en esta década de acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ¡hagamos que sea una realidad!