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Luchando juntos en contra del legado de la esclavitud: el racismo, la discriminación y la injusticia

Luchando juntos en contra del legado de la esclavitud: el racismo, la discriminación y la injusticia

Declaración

Luchando juntos en contra del legado de la esclavitud: el racismo, la discriminación y la injusticia

calendar_today 25 Marzo 2020

Mensaje de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, con motivo del Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos 

Aun cuando la trata transatlántica de esclavos terminó en el siglo XIX, su legado de racismo aún persiste. Hoy en día, las personas descendientes de los esclavos africanos continúan siendo sistemáticamente marginadas y privadas de sus derechos humanos.

Las mujeres y las niñas afrodescendientes enfrentan formas de discriminación y exclusión múltiples e interseccionales. En todos los países en los que habitan, carecen de acceso igualitario a servicios de calidad, incluyendo servicios de atención de la salud sexual y reproductiva. Esta disparidad significa que sus problemas de salud son peores que aquellos de las poblaciones mayoritarias. Las mujeres afroamericanas de los Estados Unidos, por ejemplo, tienen de dos a tres veces más probabilidades de morir por causas relacionadas con el embarazo en comparación con las mujeres blancas, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Este año, el UNFPA está haciendo un llamado a combatir las enormes injusticias que las personas afrodescendientes enfrentan en el Continente Americano, en donde una de cada cuatro personas se identifica como afrodescendiente.

Por espacio de siglos, las personas afrodescendientes en América Latina y el Caribe han debido enfrentar una discriminación y una segregación estructurales profundamente arraigadas en el racismo, el colonialismo y la esclavitud. Las consecuencias de estas violaciones persisten al día de hoy y continúan provocando estragos en nuestras sociedades e instituciones.

Esas desigualdades profundas limitan la capacidad de las personas afrodescendientes para ejercer sus derechos y libertades fundamentales. Adicionalmente, a pesar de su importante contribución al desarrollo de sus países, se les ha negado el reconocimiento de sus contribuciones y su merecida participación en los beneficios del desarrollo.

Las personas afrodescendientes en América Latina y el Caribe continúan siendo marginadas en sus sociedades de manera sistemática. Experimentan discriminación al momento de intentar ejercer sus derechos y continúan estando subrepresentadas en la toma de decisiones políticas, una situación que les impide derribar las barreras que las mantienen atrapadas en la pobreza.

Los datos acerca de las mujeres y la desigualdad de género recabados por la mayoría de los países típicamente no están desagregados por raza. Eso significa que las experiencias de las mujeres afrodescendientes a menudo permanecen ocultas detrás de los datos acerca de la totalidad de las mujeres, lo cual esconde los patrones de desigualdad sistémica y hace que sus dificultades y preocupaciones resulten prácticamente invisibles para los encargados de formular políticas.

El UNFPA, la agencia de las Naciones Unidas especializada en la salud sexual y reproductiva, se ha asociado con el Gobierno de Costa Rica para lanzar un pacto regional para proteger la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las personas afrodescendientes, con un énfasis particular en las mujeres y las personas jóvenes.

En América Latina y el Caribe, y en el mundo entero, ha llegado la hora de hacer de la salud y los derechos sexuales y reproductivos una realidad para todas las personas. Éste es el momento de emprender acciones decididas para terminar con el racismo, la discriminación y la injusticia que han llevado a la exclusión a millones de personas afrodescendientes, y para retirar de sus hombros ese manto de invisibilidad a través de datos desagregados de calidad que reflejen sus vidas y sus necesidades.

El mundo se ha comprometido a convertir los próximos diez años en un decenio de acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. Para lograr el éxito, debemos cumplir nuestra promesa de no dejar a nadie atrás. Eliminar el racismo sistémico provocado por la esclavitud es fundamental para lograr un mundo de derechos universales y de opciones para todas las personas.