Santo Domingo, R. D.- El 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad, una ocasión para reflexionar sobre la importancia de garantizar el bienestar de la población adulta mayor en América Latina. En una región donde el envejecimiento demográfico es una realidad innegable, el cumplimiento de los derechos de las personas mayores y la promoción del envejecimiento activo y saludable se convierten en imperativos.
América Latina está experimentando una transición demográfica sin precedentes. Según datos del Informe de América Latina y el Caribe para el cuarto examen y evaluación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la población de adultos mayores en la región está aumentando significativamente. Se estima que para 2030, un 16,5% de la población total de América Latina será mayor de 60 años, y para 2060, este porcentaje se elevará al 30%.
Según la CEPAL, en la región “entre 2019 y 2020 se apreció un leve aumento en la proporción de personas afiliadas y cotizantes con 65 años o más, lo que se podría vincular con el déficit de pensiones adecuadas y la necesidad que tienen las personas mayores de continuar insertas en el mercado laboral”.
En República Dominicana, de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadística (ONE), actualmente son 1.2 millones de personas y el proceso de envejecimiento seguirá incrementándose. En el año 2050 se espera que uno de cada cinco dominicanos, es decir el 20%, sean personas mayores de 60 años. Estas cifras demuestran la necesidad de adoptar políticas y programas que fomenten una sociedad que piensa y funciona a favor de un envejecimiento activo y saludable, definido como la participación continua de las personas mayores en la vida social, económica, cultural, política y cívica, permitiéndoles disfrutar de una vida plena y significativa.
Según datos del Tercer Informe Nacional de Seguimiento a la Implementación del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo en República Dominicana, en el país la población adulta mayor económicamente activa aumentó en un 30.5% entre 2016 y 2021 y en 2021, el 63% de la población ocupada de 60 años y más, trabajaba en el sector informal. En relación al total de población ocupada, la participación de la población adulta mayor en ese sector representaba un 15% del total para el país en ese año.
Estas cifras demuestran la necesidad de que se debe acelerar la implementación de políticas públicas y programas que fomenten una sociedad que piensa y funciona a favor de un envejecimiento activo y saludable.
El envejecimiento digno solo es posible cuando se respetan y garantizan los derechos fundamentales de las personas mayores. Uno de estos es el acceso a la atención médica de calidad. A pesar de los avances en la región y en el país, en República Dominicana el acceso a la atención de salud sigue siendo un desafío para las personas adultas mayores.
El Consenso de Montevideo insta a garantizar que las personas mayores tengan acceso a servicios de salud adecuados, incluida la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas.
Es clave también el acceso a la educación y la capacitación a lo largo de la vida. La educación continua y la formación profesional pueden empoderar a las personas mayores para participar en actividades laborales o voluntarias, lo que contribuye al envejecimiento activo y saludable. Sin embargo, la falta de oportunidades de aprendizaje para las personas de edad es un problema que debe abordarse con urgencia.
Además de estos derechos esenciales, es importante destacar la necesidad de crear entornos adecuados para las personas mayores. Esto implica garantizar la accesibilidad de los espacios públicos, el transporte y los servicios, así como promover la participación social y el respeto a la diversidad en todas las edades. En República Dominicana, las alcaldías junto al sector público y privado, deben acelerar la implementación de políticas de envejecimiento activo que promuevan la inclusión y la participación de las personas mayores en la sociedad, logrando tener así ciudades amigables a las personas de edad.
Se prevé que el número de personas de 65 años o más casi se duplique en las próximas décadas, de 808 millones en la actualidad a 1.600 millones para 2050. En ese sentido, como se establece en el Consenso de Montevideo, es prioritario erradicar las múltiples formas de discriminación que afectan a las personas mayores, incluyendo todas las formas de violencia.
Para abordar estos desafíos, es esencial la cooperación intergeneracional. Los jóvenes y adultos mayores pueden aprender unos de otros y contribuir al bienestar mutuo. El reconocimiento y la empatía intergeneracional es clave para garantizar que las generaciones futuras disfruten de una vejez digna y activa.
Es esencial que los gobiernos, sector privado, sociedad civil y la comunidad internacional trabajen juntos, como nos plantea el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17, aportando cada actor su experiencia y conocimientos para contribuir conjuntamente al logro de la nueva Agenda, destacando la importancia de las alianzas para garantizar que las personas mayores puedan disfrutar de una vida plena, participativa y saludable. El cumplimiento de estos derechos no solo enriquece la vida de los adultos mayores, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de toda la región; y por ello es importante resaltar la Agenda 2030 donde los Objetivos de Desarrollo 3, 4, 5, 8, 10 y 16 se vinculan con el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores.
El envejecimiento activo y saludable es un objetivo alcanzable para las personas mayores que desean disfrutar de una vida plena y satisfactoria a medida que envejecen.
Algunos consejos clave para lograrlo:
- Mantener una alimentación equilibrada: una dieta rica en frutas, verduras, granos, proteínas y grasas saludables. Reducir el consumo de azúcar, sal y grasas saturadas.
- Ejercicio regular: la actividad física es esencial para un envejecimiento activo. Es importante consultar con el médico el ejercicio más conveniente si tiene condiciones preexistentes.
- Mantener la mente activa: estimular el cerebro con actividades como lectura, juegos de mesa, rompecabezas y aprendizaje continuo.
- Dormir: el sueño de calidad es crucial para la salud física y mental.
- Prevención médica: chequeos médicos regulares para el control de enfermedades crónicas y la prevención de problemas de salud.
- Actitud positiva: la actitud y la percepción de envejecer pueden influir en la salud y bienestar. Es clave cultivar una actitud positiva hacia el envejecimiento y buscar actividades que brinden satisfacción y alegría.
Sobre el día internacional de las personas de edad y el día nacional de la persona envejeciente
La fecha de conmemoración del Día Internacional de las Personas de Edad fue establecida en honor a que este mismo día del año 1982 se celebró la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en Viena, Austria y allí se adoptó un Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento. Es en 1990, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó este día; y es a propósito de esta fecha que en el país también se conmemora el Día nacional de la persona envejeciente.