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Santo Domingo. - La República Dominicana  se comprometió ante el mundo a crear políticas, planes y programas eficientes para detener la violencia  de género en todas sus manifestaciones y prevenir el matrimonio infantil y las uniones tempranas.

En el marco de la Cumbre de Nairobi, donde se pasó balance al plan de acción aprobado hace   25 años en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), realizada en El Cairo, Egipto, en 1994, el país también se comprometió  a  incorporar la transversalidad del enfoque de género en todas las instituciones, en especial  en el sistema de salud, en la realización de las funciones de rectoría, financiamiento, regulación y  provisión de servicios individuales y de salud colectiva.

Janet Camilo, ministra de la Mujer, y Sonia Vásquez, representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), destacaron la importancia de la Cumbre y detallaron los compromisos globales y nacionales que se hicieron allí. Hablaron en representación de la delegación dominicana que participó en el encuentro global, de la que también formaron parte Sergia Galván, Yildalina Tatem Brache, Adriana Silverio Peguero, Ana María Belique, María Graciela Cuervo, Linabel González y Joel Reyes Hernández.

Crear políticas inclusivas para las personas con discapacidad, afrodescendientes y  envejecientes, dar garantía de derechos y respuesta efectiva para la reducción en los principales indicadores de salud, con acceso universal a los anticonceptivos modernos y de calidad y promover el reconocimiento efectivo de los derechos reproductivos y sexuales como derechos humanos, figuran entre los referidos compromisos nacionales.

Otro compromiso es el de fortalecer la respuesta interinstitucional para la reducción de los índices de la morbi mortalidad materna y el embarazo en adolescentes, así como evitar los abortos en condiciones de riesgo.

Además, el Estado se comprometió a la detección y prevención de las infecciones de transmisión sexual, incluyendo el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), fortaleciendo los servicios de atención, abastecimiento oportuno de insumos y medicamentos de calidad.

Otra responsabilidad es fortalecer y mejorar el acceso a programas preventivos de enfermedades no transmisibles como son: las enfermedades mentales, obesidad, enfermedades cardiovasculares, metabólicas, degenerativas y enfermedades malignas o neoplasias.

“Adelantando la promesa” es el lema de la Cumbre de Nairobi, realizada del 12 al 14 de noviembre, en Nairobi, Kenia, para dar seguimiento al programa de la CIPD que transformó la forma en que se abordaban los vínculos entre la población, la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible, y colocó los derechos, las necesidades y las aspiraciones de las personas en el centro del desarrollo sostenible. En ese momento, decenas de países se comprometieron a luchar para alcanzar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva para todas las personas, lo que todavía es un asunto pendiente.

La declaración final de Nairobi destaca que el logro de un desarrollo sostenible, justo e inclusivo debe basarse en acciones que satisfagan las necesidades y aspiraciones de todas las personas. En consecuencia, los gobiernos, que adoptaron el Programa de Acción de la CIPD hace 25 años y lo reafirmaron en foros y revisiones intergubernamentales posteriores, deberían continuar invirtiendo en su implementación plena y acelerada y apoyar acciones concretas en ese sentido, dentro del contexto general de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, resalta.

También afirma que para cumplir con los asuntos pendientes y permitir la garantía y el respeto de los derechos humanos en todo el mundo, es necesario y crucial fortalecer las organizaciones y los movimientos de la sociedad civil que lo han defendido y han trabajado para su implementación.

La Cumbre, organizada por los gobiernos de Kenia y Dinamarca con el UNFPA, la agencia líder de las Naciones Unidas en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, contó con la participación de más de 9,500 delegadas y delegados de más de 170 países, que trabajarán juntos para lograr "tres resultados transformadores": cero muertes maternas, cero necesidad insatisfecha de planificación familiar y cero violencia de género y prácticas nocivas contra mujeres y niñas.