“Es hora de que las empresas tecnológicas y los encargados de la formulación de políticas se tomen en serio la violencia digital”, ha afirmado la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “Ahora mismo, los logotipos empresariales y los derechos de propiedad intelectual gozan de mayor protección en Internet que los seres humanos”.
NUEVA YORK — En un intento de frenar el aumento de la violencia en línea, el UNFPA —el organismo de las Naciones Unidas encargado de promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos y de acabar con la violencia de género— ha presentado bodyright, una nueva modalidad de derechos de autor para el cuerpo humano.
La campaña pone de relieve que los logotipos empresariales y la propiedad intelectual (PI) sujeta a derechos de autor están mejor valorados y protegidos en Internet que las imágenes de cuerpos de personas. El mensaje que se pretende transmitir es que las mujeres, las niñas, las minorías raciales y étnicas, la comunidad LGBTQ+ y otros grupos marginados son víctimas de menosprecio, explotación y maltrato en línea. El objetivo es que todo el mundo se una al movimiento para que los encargados de la formulación de políticas, las empresas y los particulares rindan cuentas.
“El mundo virtual —implacable, sin barreras físicas y, a menudo, anónimo— es la nueva frontera de la violencia de género”, ha afirmado la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “Es hora de que las empresas tecnológicas y los encargados de la formulación de políticas se tomen en serio la violencia digital. Ahora mismo, los logotipos empresariales y los derechos de propiedad intelectual gozan de mayor protección en Internet que los seres humanos”.
La realidad: las personas no son propietarias de su cuerpo en el mundo virtual
Las denuncias de ciberacoso son algo generalizado. Desde el ciberhostigamiento hasta el discurso de odio, pasando por el doxing y el uso sin consentimiento de imágenes y vídeos —como los ultrafalseados (deepfakes)— la violencia en línea es una práctica muy extendida.
Según la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist, el 85% de las mujeres con acceso a Internet afirman haber presenciado violencia en línea contra miembros de su mismo sexo; asimismo, un 38% lo ha experimentado en persona. Alrededor del 65% de las mujeres encuestadas han experimentado casos de ciberacoso, discurso de odio y difamación, mientras que el 57% ha padecido insultos y astroturfing (práctica que consiste en compartir contenido perjudicial simultáneamente en varias plataformas) mediante vídeos e imágenes.1
En muchos países no existen leyes que prohíban la violencia en línea. Cualquier persona que trate de retirar imágenes que la exploten descubrirá que son pocas las opciones jurídicas que existen para hacer valer sus derechos y protección. Y a quienes intenten hacerlos valer les aguarda un largo y doloroso proceso. Sin embargo, cuando alguien infringe los derechos de autor de canciones o películas, las plataformas digitales retiran el contenido de inmediato. Los gobiernos han aprobado leyes que persiguen la violación de derechos de autor. Por su parte, las plataformas digitales han ideado modos de identificar y prevenir el uso de material sujeto a dichos derechos. Estas mismas opciones y recursos deberían extenderse a los particulares y a sus fotos.
Nueve de cada diez mujeres (92%) afirman que la violencia en línea menoscaba su sensación de bienestar, mientras que más de un tercio (35%) ha padecido problemas de salud mental debido a este tipo de violencia. Este trauma inhibe la autoexpresión libre y afecta negativamente a la vida profesional y a la economía de las personas que dependen de espacios en línea y medios sociales. La violencia en línea silencia la voz de las mujeres.
Campaña “bodyright”
La piedra angular del movimiento en favor de los derechos del cuerpo “bodyright” es el símbolo ⓑ, que puede añadirse directamente a cualquier imagen mediante las historias de Instagram usando stickers. También es posible acceder a la página web de la campaña para usar la herramienta (“bodyright tool”) o descargar el símbolo directamente. Todos los recursos y directrices están disponibles en www.unfpa.org/bodyright.
Con motivo del lanzamiento de la campaña, el UNFPA colaboró con la galardonada poetisa y artista de voz hablada Rakaya Fetuga (@rakayaesime en Instagram). Rakaya, natural de Londres, pero de ascendencia ghanesa y nigeriana, escribió y recitó poemas en los que hablaba del impacto de la violencia en línea y del concepto de bodyright. El video de lanzamiento de la campaña puede verse en el siguiente enlace: https://youtu.be/HSJNxIUp1yQ
Con el fin de seguir reclamando medidas a los gobiernos, los encargados de la formulación de políticas, las empresas tecnológicas y las plataformas de medios sociales, el UNFPA ha puesto en marcha una petición, alojada en Global Citizen, en la que exige medidas tangibles para poner fin a los abusos y la violencia en línea.
16 Días de Activismo contra la Violencia de Género
La campaña social se lanzará con motivo de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género (del 25 de noviembre al 10 de diciembre de 2021) y se complementará con otras actividades en 2022.
En el marco de este acontecimiento mundial, el UNFPA ha puesto también en marcha Lo Virtual es Real, un sitio web en el que se presentan historias de personas de todo el planeta que han padecido y superado casos de violencia digital, junto con iniciativas innovadoras del UNFPA dirigidas a luchar contra esta violación de los derechos humanos.
Notas para redactores
Para obtener más información o enviar consultas de medios de comunicación, póngase en contacto con:
Eddie Wright: +1 917 831 2074 o ewright@unfpa.org
Zina Alam: +1 929 378 9431 o zialam@unfpa.org
Enlaces y recursos relacionados
Página web de “bodyright”
Trello de bodyright
Video de lanzamiento
Trello de Lo Virtual es Real
Documento orientativo para informar sobre la violencia digital: Guía práctica de referencia para periodistas y medios de comunicación
1 Fuente: todos los datos a los que se hace referencia se han tomado de un estudio de 2020 de la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist entre mayores de 18 años: enlace