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Mensaje de la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, en el Día Mundial de la Salud Mental.
 

Hoy, en el ¨Día Mundial de la Salud Mental¨, el UNFPA pide fortalecer las acciones para proporcionar servicios de salud mental a las personas jóvenes.
 
Un tránsito seguro y saludable desde la adolescencia hasta la edad adulta es un derecho de todos y todas. Sin embargo, las personas jóvenes enfrentan riesgos y presiones, desde la pobreza y la inseguridad hasta la irrupción, a veces invasiva, de las tecnologías en línea. En este mundo cambiante, la salud mental de las personas jóvenes se descuida con demasiada frecuencia. La depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre adolescentes, y el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años en todo el mundo.
 
Juntas/os debemos hacerlo mejor. En su viaje a la edad adulta, los/as adolescentes necesitan relaciones de apoyo y servicios, incluyendo la educación sexual integral, para el desarrollo positivo de su autoestima y autocuidado y para tomar decisiones informadas y saludables.
 
Hoy en día, muchas personas jóvenes enfrentan el estigma, la discriminación y la violencia debido a su género, sexualidad, origen étnico, por vivir con discapacidad o por otras condiciones. A nivel mundial, una de cada cinco niñas está casada, o en unión, antes de los 18 años. Alrededor de 15 millones de adolescentes de 15 a 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas en su vida. La situación es aún peor para millones de jóvenes que viven en zonas de conflicto y crisis humanitarias. El estrés postraumático y la depresión multiplican las injusticias que enfrentan y aumentan la carga del embarazo no planeado, la infección por VIH y el aborto inseguro.
 
Para abordar estos problemas, en el UNFPA, junto a nuestros aliados, promovemos la salud mental y el apoyo psicosocial, especialmente en situaciones de emergencia. Creando espacios seguros, donde sobrevivientes de violencia sexual y de género puedan recibir los servicios que necesitan, promovemos la seguridad, la curación y la resiliencia. En el 2017, el UNFPA apoyó 725 espacios seguros para mujeres, niñas y jóvenes en 50 países afectados por emergencias.
 
Como dijo una mujer refugiada a su llegada a un espacio seguro del UNFPA en Bangladesh: "Caminé mucho tiempo para llegar a esta 'casa de la paz', no para comida, no para medicina, sino para encontrar paz en mi corazón, para poder seguir adelante con mi vida".
 
Para ella y para muchas/os otras/os, estos espacios ofrecen apoyo para salvar vidas, tiempo para sanar, dignidad y paz mental. Para las mujeres y las niñas sometidas a violencia, esta curación debe ir de la mano de la justicia y el fin de la impunidad de los perpetradores.
 
Hoy, pedimos a todos los gobiernos y socios que integren la salud mental y el apoyo psicosocial en sus esfuerzos por responder a las crisis humanitarias, construir la paz y lograr el desarrollo sostenible.
 
No hay salud, sin salud mental. Es un derecho humano y central para la dignidad humana. Acabemos con el estigma que rodea a la salud mental y, sobre todo, actuemos.